Es sabido por todos el alto número de hundimientos históricos en la zona de la Costa da Morte, pero hasta ahora, la riqueza que podía encontrarse en el fondo oceánico era algo inimaginable
Muchas son las historias leyendas sobre tesoros, hundimientos y hallazgos, pero la mayoría pertenece más a la imaginación popular que a la realidad, puesto que toda la costa es peligrosísima con tramos de excepcional violencia, y cualquier intento de rescate supone un gran despliegue de medios.
Los intentos o la organización a nivel institucional han sido muy pobres hasta hace bien poco, que por fin, se ha firmado un acuerdo entre la Xunta de Galicia y el Ministerio de Cultura para el desarrollo del Plan Nacional para la Protección del Patrimonio Cultural subacuático.
Bajo el marco de este convenio, a finales del año pasado se empezaron a realizar intervenciones de investigación arqueológica en la zona de Finisterre y la Ría de Corcubión, que han dado prontos y espectaculares resultados. La campaña se desarrolló durante el mes de julio pasado, la llevaron a cabo siete buceadores profesionales realizando más de 200 inmersiones y el resultado ha sido magnífico, tanto a nivel científico como patrimonial.
Entre los nuevos descubrimientos, se han hallado restos de cuatro nuevos hundimientos, dos de ellos pertenecientes a pecios españoles pertenecientes a la flota de 1596, al mando de Martín de Padilla y los otros dos pertenecientes a dos vapores ingleses del siglo XIX que se hallaban a casi 60 m. de profundidad.También se realizaron inmersiones de investigación de los restos de otros cuatro pecios que ya estaban localizados.
Con todo esto se ha cumplido uno de los principales objetivos de la intervención, que era situar y catalogar los restos de estos seis naufragios. Estos barcos formaban parte de una flota de alrededor de un centenar de navíos que partieron de los puertos de Sevilla y Lisboa rumbo a Irlanda. Eran buques de guerra que portaban un ejército dispuesto para el apoyo a las tropas irlandesas en contra de la ocupación inglesa.
Entre los hallazgos más espectaculares está un timón de unos cuatro metros de longitud que conserva gran parte de sus ferrajes, dado que este tipo de piezas suelen ser lo primero en desaparecer, lo convierte en una pieza única. También se ha localizado un ancla de hierro de tipo Almirantazgo y lo que se creen restos de una séptima nave enterrada en la arena. Se han rescatado también numerosas piezas de artillería, algunas de bronce munición y armas como arcabuces y espadas. Y objetos cotidianos, como una vajilla de peltre de alguno de los oficiales.
Pero….. ¿Y el tesoro?
En uno de los pecios se ha encontrado una gran cantidad de monedas de plata destinadas a sufragar los gastos del ejército expedicionario, quizás en futuras intervenciones se encuentre aún más.
Marga G.-Chas Ocaña