Galicia es una tierra que desde antiguo ha estado vinculada al mar en muchos aspectos. El mar, más que como una frontera, para los gallegos es como una extensión de su tierra.
Por un lado, una gran parte de su economía está vinculada al mar por industrias como la pesca, la conservera o la naval; gran parte de su riqueza gastronómica también está relacionada con el mar y sus más de 1.200 kilómetros de costa privilegiada la convierten en un paraíso turístico para todos aquellos que quieren disfrutar de unas vacaciones cerca del mar.
Por eso Galicia ha acuñado el término “Turismo Marinero†para designar todo tipo de turismo vinculado a la cultura marítima de Galicia, que es rica y singular. El “Turismo Marinero†propone rutas para descubrir la gran belleza de un paisaje costero con largas playas de fina arena, calas vírgenes escondidas, espectaculares acantilados cortados a pico sobre rocosas costas o bellos islotes donde practicar deportes acuáticos. El turista puede escoger entre una buena cantidad de actividades, como la de la visita a los 55 increíbles faros enclavados en las costas gallegas o vivir una aventura embarcándose en un antiguo barco bonitero reconvertido en museo flotante.
El visitante también podrá descubrir los aspectos más tradicionales y coloristas relacionados con las técnicas y lugares tradicionales de pesca y marisqueo: desde descubrir como se “cultivan†mariscos como los berberechos, almejas o navajas, en las mismas playas, conocer las bateas típicas de producción de mejillones, y degustarlos acompañados de un buen vino gallego o conocer de primera mano el ambiente de una lonja de pescado para conocer el particular sistema de subastas que se sigue utilizando en ellas.
Desde navegar en auténticas “dornas†de pesca hasta el avistamiento de delfines, roncuales y marsopas. Una experiencia única para conocer a fonfo el auténtico sabor a mar de Galicia, alojándose en preciosas casas de turismo rural.
Marga G.-Chas Ocaña
