La mitología griega nos cuenta que Hércules, en realidad llamado Heracles, era un personaje hijo bastardo de Zeus, el padre de todos los dioses, del que había heredado una fuerza sobrehumana. Odiado por la esposa de Zeus, la diosa Hera, celosa de la relación del dios con Alcmena (madre de Zeus) intentó matar a Hércules de varias formas, una de ellas envenenándolo con una poción que le hizo perder la razón, lo que le llevó a asesinar a su familia, confundiéndola con enemigos, inmerso en un estado de locura.
El castigo por esta atrocidad fue servir como esclavo para Euristeo, Rey de Mecenas, que, para sacarlo de circulación, le encomendó la realización de doce proezas, doce tareas imposibles, tras lo cual quedaría perdonado por su crimen.
Una de estas tareas fue acabar con un gigante que reinaba en unas inhospitas y peligrosas costas de lo que entonces era considerado el fin del mundo; el gigante era Xerión y su reino era La Coruña.
La historia de la lucha entre Hércules y Xerión está narrada y documentada por el rey Alfonso X “El Sabio” e incluida en su Estoria de Espanna, publicada a finales del siglo XIII, un tratado medieval que combinaba hechos históricos con mitos y leyendas de tradición oral. Se dice que la encarnizada batalla duró tres días y tres noches, tras los cuales, el gigante fue vencido por el forzudo, que quiso que su victoria fuera por todos recordada: Hércules le cortó la cabeza a Xerión, la enterró en un montículo al borde del mar y sobre estos restos erigió una gran torre que pudiera verse desde los confines del mar y a cuyo alrededor surgió la que hoy es la ciudad de La Coruña.
La leyenda tiene un gran arraigo en la cultura gallega, a La Coruña se le llama la ciudad herculina, la torre de Hércules esta considerado el faro prerromano más antiguo del mundo, aún en funcionamiento y el escudo de la ciudad lo muestra sobre una calavera y unas tibias cruzadas, recordando la leyenda y al gigante enterrado bajo el faro.
Marga G.-Chas Ocaña