Al sur de la provincia de Lugo encontramos el municipio de Monforte de Lemos, una localidad que a finales del siglo XIX se convirtió en la principal distribuidora vial ferroviaria de Galicia, por eso encontramos interesantes detalles históricos diseminados de este sector del transporte, como la propia Estación del Ferrocarril o máquinas antiguas y ornamentos urbanos que se han conservado hasta nuestros días.
Monforte de Lemos tiene una población cercana a los 19.000 habitantes y es la segunda en población de la provincia tras la capital Lugo. Se encuentra situada en un valle entre los ríos Sil y Miño, siendo un afluente del primero, llamado río Cabe, el principal acuífero que suministra el bien natural más preciado al municipio. La Historia de este bello pueblo, que llegó a ser considerado “el más bonito de España” por una popular web en 2015, es rica como antigua, encontrando restos de poblamientos humanos ya en el Paleolítico.
El Patrimonio Arquitectónico en Monforte de Lemos resulta espectacular, así como la disposición urbana, diseminadas calles y viviendas por la falda del cerro de San Vicente y bajo la imponente figura de su Castillo. El Monasterio de San Vicente del Pino, actual Parador de Turismo, está situado en lo que debió ser desde los tiempos castrenses, recinto amurallado y en tiempos de los romanos fortaleza, pues se conservan tramos de murallas al menos medievales. El edificio principal se construyó en el siglo X, aunque el actual es una profunda reconstrucción efectuada durante el XVI.
La otra construcción importante de Monforte es el Colegio de Nuestra señora de la Antigua, fundado por el cardenal Rodrigo de Castro en el siglo XVI. Ambos edificios, Monasterio y Colegio, guardan en su interior un extenso e interesante patrimonio ornamental y cultural, pero no son únicos en la localidad y municipio pues existen al menos cuatro parroquias de diferentes épocas en el casco urbano y otras 26 parroquias rurales por el municipio. El bello entorno natural de la localidad y municipio y su rico patrimonio histórico es más que suficiente para una visita, pero si a eso añadimos una magnífica gastronomía, la posibilidad de los alojamientos en casas rurales y que está muy bien comunicada por por vías terrestres, resulta perfecto. En agosto se celebran las fiestas patronales en honor a la Virgen de Monserrat, un momento ideal para conocer la cultura local y divertirnos en los conciertos y multitud de eventos durante una semana al menos.
Toni Ferrando.
