Una de las zonas costeras de Galicia con mas afluencia turística es la formada por los pueblos marineros de Noia, Portosin y Porto do Son. Son tres vilas mariñeiras, con mucha historia, muy coquetas, con cascos históricos dignos de ver, paseos marítimos preciosos, numerosos lugares donde degustar la sabrosa gastronomía gallega, en especial mariscos y pescados y playas increíbles.
Noia es tan antigua que su fundación se le atribuye a una bisnieta de Noe, que atraco en la costa tras el diluvio universal. Recomendamos empezar la visita, por supuesto a pie, por el casco histórico, donde hay que verlo todo sin excepción, ya que desde su ayuntamiento, construido en el antiguo solar del convento de San Francisco, podremos encontrar iglesias, casonas, rincones que nos hablan de leyendas asombrosas y si la visita es en domingo, un mercadillo de artesanía que acapara muchas de sus calles.
Antes de seguir por la costa hasta Portosin, es aconsejable un pequeño desvío porque a 1 Km. por la carretera de Boiro se encuentra uno de los monumentos megalíticos mas importantes de la zona, el dolmen de Argalo. Toda la zona esta salpicada de restos prehistóricos y hay multitud de grabados petroglifitos en piedras. Para quien le guste el tema, podrá encontrar abundante información al llegar a Porto do Son,
Si queremos alternar con algo de naturaleza o darnos un baño, el recorrido hasta Portosin esta salpicado de playas. Por destacar alguna, mencionamos la playa de Coria que da a la ría y que ya pertenece a Portosin, que además de puerto pesquero, es también puerto deportivo, con lo que encontraremos mucho ambiente y numerosos locales donde tomar algo. Es un pueblo chiquitito que recorreremos en un paseo y en sus alrededores tiene lugares bellísimos para visitar, como Punta Carreiro o Punta Caveiro con su playa espectacular y Porto do Son al fondo.
Al llegar a Porto do Son podemos pasear por sus señoriales villas y acercarnos hasta la parte más alta, donde se encuentra la Capilla Atalaya, fortificada, que en sus tiempos sirvió como puesto de vigilancia y que ahora podemos aprovechar como mirador., desde donde podremos disfrutar de una vista privilegiada de toda la costa.
Marga G.-Chas Ocaña